Critiquing Hegemony of Capitalism. A Call for Popular Education.pdf
Filosofía
LAS PULSIONES El liberalismo es en primer lugar una propuesta acerca del tratamiento de la pulsión. El inventor del liberalismo, Bernard de Mandeville, era en primer lugar un médico, un médico del alma, y se dio cuenta de que cuando las pulsiones-pasiones eran reprimidas el papel del médico era quitar las represiones y hacer hablar al paciente, justamente para liberar las pulsiones. Este es la primera etapa de la elaboración de Bernard de Mandeville como médico; la segunda es cuando se vuelve el inventor del pensamiento económico liberal. Él continúa el trabajo que había hecho como médico, pues se da cuenta de que liberando las pulsiones-pasiones, los pacientes que anteriormente sufrían se sienten mejor y producen riqueza. Así que el liberalismo es la liberación de las pulsiones-pasiones. La tesis que defiendo es que si el capitalismo fue inventado en Occidente –aun cuando el mercado ha existido en todos los países desde siempre–, es porque el liberalismo procedió a la liberación de las pulsiones-pasiones. Éstas están desreguladas; una vez más estamos ante el “dejar hacer” de las pulsiones-pasiones y esto origina sociedades donde cada quien defiende a muerte sus intereses privados y la noción misma de interés público o colectivo desaparece, y los espacios se transforman en espacios de guerra, lo que Hobbes llamaba la “guerra de todos contra todos”.
FUTURO. (...) Lo que quiere el neoliberalismo –destaca– es un sujeto desimbolizado, sin sujeción a la culpa e incapaz de apelar al libre arbitrio crítico, privado de la facultad de juzgar e inducido a gozar sin desear, “mundializado” en la órbita de la mercancía.
Dufour se interroga acerca de las futuras generaciones: si la fórmula sujeto se ha quebrado, ya nada podrá ponerle límite al capitalismo total. No sólo nuestro “haber” cultural está en peligro, sino el mismo “ser propio”, cuya pérdida puede resultar irremediable. insumisos.
VIOLENCIA HOY Biblioteca digital. Articulos (...) Trataré de proporcionar esta explicación global limitando o identificando lo que la cultura contemporánea globalizada, esta cultura internacional, esta cultura mundial, pide ahora a cada uno de los individuos: la cultura internacional exige a cada uno de nosotros que vayamos hasta el final de la defensa de nuestros intereses privados, se trata de la antropología liberal que privilegia la idea de la defensa a ultranza de los intereses privados, la idea de la defensa cueste lo que cueste de los vicios privados, la idea de la defensa cueste lo que cueste del self love, tal como se le llamó en el siglo XVIII cuando esta antropología comenzó.
(...) Es evidente que esto es bueno para el mercado puesto que desarrolla considerablemente los productos mercantiles que son propuestos ahora en el mundo entero gracias a la globalización, pero también resulta claro que produce ciertos desbordamientos a nivel social. ¿Qué pasa con estos desbordamientos a nivel social? Producen evidentemente efectos de violencia, efectos de devastación del vínculo social, porque cuando realizo o satisfago mis apetencias personales sólo pienso en mí, estoy en un estado mental egoísta que me permite instrumentar al otro en mi beneficio, es decir, usarlo como cosa. Y esto puede regresarse en mi contra porque los otros también me pueden volver una cosa.
2017/02/03 Ciencia. El País.
Filosofía
Dany-Robert Dufour
LA ESCUELA ENSEÑA LA IGNORANCIA La escuela está gravemente amenazada por la extensión del liberalismo. Los primeros que se dieron cuenta de esto fueron, por supuesto, personas que vivían en Estados Unidos en los años sesenta; pienso sobre todo en Hannah Arendt, quien hablaba de la destrucción de la escuela. ¿Y por qué habría una destrucción? Pues bien, porque aquellos que se presentan en la escuela son jóvenes o adolescentes que están en posición de esperar de la generación anterior la transmisión de lo que la humanidad haya acumulado, ideas, pensamientos, valores, etcétera. Están esperando la transmisión de un patrimonio cultural. Esto no quiere decir para nada que los jóvenes tienen que aceptar este patrimonio; al contrario, justamente porque les es transmitido lo pueden criticar; es necesario que critiquen lo que la generación anterior les dio para reinventar el mundo. Ahora bien, todas las renovaciones pedagógicas desde hace más o menos cincuenta años han tendido a arruinar esta transmisión. ¿Por qué? Pues porque no hay que oprimir a estas “pobrecitas cabezas rubias” –como se dice en francés–, a estos niñitos, y hay que dejar que se desarrollen libremente; o sea que, de hecho, ya no se les transmite nada, y cuando no se les transmite nada les retiran toda capacidad crítica. Y entonces llegamos a un fenómeno extraño que es que la escuela de alguna manera enseña la ignorancia. Vean nada más el camino que se recorrió desde cuando la escuela era un lugar de transmisión. El Semanal, 2009LAS PULSIONES El liberalismo es en primer lugar una propuesta acerca del tratamiento de la pulsión. El inventor del liberalismo, Bernard de Mandeville, era en primer lugar un médico, un médico del alma, y se dio cuenta de que cuando las pulsiones-pasiones eran reprimidas el papel del médico era quitar las represiones y hacer hablar al paciente, justamente para liberar las pulsiones. Este es la primera etapa de la elaboración de Bernard de Mandeville como médico; la segunda es cuando se vuelve el inventor del pensamiento económico liberal. Él continúa el trabajo que había hecho como médico, pues se da cuenta de que liberando las pulsiones-pasiones, los pacientes que anteriormente sufrían se sienten mejor y producen riqueza. Así que el liberalismo es la liberación de las pulsiones-pasiones. La tesis que defiendo es que si el capitalismo fue inventado en Occidente –aun cuando el mercado ha existido en todos los países desde siempre–, es porque el liberalismo procedió a la liberación de las pulsiones-pasiones. Éstas están desreguladas; una vez más estamos ante el “dejar hacer” de las pulsiones-pasiones y esto origina sociedades donde cada quien defiende a muerte sus intereses privados y la noción misma de interés público o colectivo desaparece, y los espacios se transforman en espacios de guerra, lo que Hobbes llamaba la “guerra de todos contra todos”.
FUTURO. (...) Lo que quiere el neoliberalismo –destaca– es un sujeto desimbolizado, sin sujeción a la culpa e incapaz de apelar al libre arbitrio crítico, privado de la facultad de juzgar e inducido a gozar sin desear, “mundializado” en la órbita de la mercancía.
Dufour se interroga acerca de las futuras generaciones: si la fórmula sujeto se ha quebrado, ya nada podrá ponerle límite al capitalismo total. No sólo nuestro “haber” cultural está en peligro, sino el mismo “ser propio”, cuya pérdida puede resultar irremediable. insumisos.
VIOLENCIA HOY Biblioteca digital. Articulos (...) Trataré de proporcionar esta explicación global limitando o identificando lo que la cultura contemporánea globalizada, esta cultura internacional, esta cultura mundial, pide ahora a cada uno de los individuos: la cultura internacional exige a cada uno de nosotros que vayamos hasta el final de la defensa de nuestros intereses privados, se trata de la antropología liberal que privilegia la idea de la defensa a ultranza de los intereses privados, la idea de la defensa cueste lo que cueste de los vicios privados, la idea de la defensa cueste lo que cueste del self love, tal como se le llamó en el siglo XVIII cuando esta antropología comenzó.
(...) Es evidente que esto es bueno para el mercado puesto que desarrolla considerablemente los productos mercantiles que son propuestos ahora en el mundo entero gracias a la globalización, pero también resulta claro que produce ciertos desbordamientos a nivel social. ¿Qué pasa con estos desbordamientos a nivel social? Producen evidentemente efectos de violencia, efectos de devastación del vínculo social, porque cuando realizo o satisfago mis apetencias personales sólo pienso en mí, estoy en un estado mental egoísta que me permite instrumentar al otro en mi beneficio, es decir, usarlo como cosa. Y esto puede regresarse en mi contra porque los otros también me pueden volver una cosa.
2017/02/03 Ciencia. El País.
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